¿Ya hiciste tus ejercicios de Kegel?
La caída del piso pélvico es la principal causa de disfunciones sexuales, tanto en hombres como en mujeres; y la falta de conocimiento acerca del tema ha provocado que miles de personas se mediquen de manera innecesaria.
Ayuda a “tu mejor amiga” a sentir más.
La caída del piso pélvico es la principal causa de disfunciones sexuales, tanto en hombres como en mujeres; y la falta de conocimiento acerca del tema ha provocado que miles de personas se mediquen de manera innecesaria. La mayoría de los padecimientos de este tipo se curan con el fortalecimiento de los músculos del piso pélvico y sin embargo no es necesario manifestar fallas para practicar este tratamiento. La ciencia ha denominado como Ejercicios de Kegel a un conjunto de prácticas para fortalecer estos músculos y aquí te compartimos 4 ejercicios que te ayudarán a mejorar tu práctica sexual… De nada.
Primero que todo, es importante conocer la forma en que debemos sentarnos, tanto para realizar los ejercicios como en la vida cotidiana. La tendencia y la comodidad nos llevan a caer sobre nuestro coxis, relajando los músculos abdominales y presionando el piso pélvico hacia abajo. La manera correcta de sentarnos es sobre los huesos isquiones, que son estos huesitos que podemos palpar en el centro de nuestras nalgas. Al hacer esto, la espalda se acomoda de manera automática, y trabajamos abdominales y piso pélvico de manera pasiva. Colocate en esta posición de manera consciente durante 15 minutos y notarás el esfuerzo involuntario del cuerpo. Ahora sí que, como decían las abuelas, “siéntate derecha”.
- La aceituna.
Este ejercicio funciona para saber qué tanta fuerza tenemos en el piso pélvico, así como para re-entrenarlo. Sentada en una silla y adoptando la postura correcta antes mencionada, imaginarás que con tu vagina debes sostener una aceituna. Comenzaremos sosteniéndola durante 5 segundos, con intervalos de descanso de 5 segundos, completando 10 repeticiones. OJO: si el piso pélvico se relaja aunque sea un poco, consideraremos eso como la caída de la aceituna y esa repetición se anulará.
- El Yoyo
A diferencia del ejercicio anterior, este ejercicio trabaja con contracciones activas. La mayoría de nosotras hemos jugado con un yoyo, así que en este ejercicio colocarás (imaginariamente, obvio) el hilo del yoyo en la vagina y jugarás de la siguiente manera: el yoyo baja (se relaja la musculatura) y el yoyo sube (se contrae la musculatura). Puedes apoyarte de un cronómetro para bajar y subir el yoyo cada 2 segundos. Una vez dominado eso, intenta bajar y subir en intervalos de 1 segundo, contando 10 repeticiones. Realiza este ejercicio de forma controlada, es decir, de manera consciente.
- El elevador.

En este ejercicio, imaginarás que tu vagina es un ascensor de 4 pisos, siendo la relajación la planta baja y la contracción máxima el piso 4. Puedes apoyarte de tu entorno, ubicando 4 puntos en una línea vertical, como se indica en la imagen.
Sentada en la forma adecuada, el ascensor comenzará su trabajo y subirá al piso 1 (mínima contracción), piso 2 (contracción media), piso 3 (contracción elevada) y piso 4 (contracción máxima). Ahora, iniciará el descenso de la misma forma que subió (de contracción máxima a relajación, de forma controlada). Una vez completado el trayecto, jugaremos entre pisos. Puedes apoyarte de la siguiente secuencia, ya sea que la leas o que alguien te la diga:
Planta baja -2- 3- 1- 4- 2 -3 -1- Planta baja- 4- 1- 2- 3- 2- 1- 4- Planta Baja.
Ojo: el mínimo de duración en cada “piso” es de 1 segundo.
- Puentes.

Este ejercicio, conocido por su acción en las nalgas, también tiene un efecto en el piso pélvico si se realiza de manera correcta. Comenzarás acostada en el suelo, sobre un mat de yoga o una toalla. Dobla las rodillas, de manera que la cadera se flexione y que los pies queden apoyados en el piso. Con las manos en los costados y la espalda recta en el piso, harás una inhalación profunda por la nariz y una exhalación haciendo “Ffffffff…”, lo cual contraerá los músculos abdominales automáticamente. Sabiendo esto, realizarás una inhalación y, al exhalar (Ffffff…) levantarás las pompis del piso, apoyando el peso como se muestra en la imagen. Realizar 3 series de 10 repeticiones.
Practica estos ejercicios, al menos, tres veces por semana. Tu pareja te lo agradecerá y tú serás más feliz. ¡Créeme!