¿Qué es el empoderamiento femenino?
“A todas las niñas rebeldes del mundo: ustedes son la esperanza, son la fuerza. No den ni un paso atrás y todas avanzarán.” Francesca Cavallo y Elena Favilli (Autoras de Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes). A pesar de los logros que se han alcanzado con las luchas feministas, la realidad es que aún…
“A todas las niñas rebeldes del mundo: ustedes son la esperanza,
son la fuerza. No den ni un paso atrás y todas avanzarán.”
Francesca Cavallo y Elena Favilli
(Autoras de Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes).
A pesar de los logros que se han alcanzado con las luchas feministas, la realidad es que aún persisten muchos estereotipos y barreras de género que condicionan el desarrollo de las mujeres. En la actualidad las niñas y los niños crecen de manera desigual creyendo que ocupan un lugar diferente en la sociedad, la división sexual sigue siendo el pan de cada día. En el mundo hay millones de niñas con sueños que no deberían truncarse por imposiciones de género. Para que estas niñas comprendan que son dueñas de su futuro, los expertos coinciden en que desde sus agentes de socialización (familia, escuelas, comunidad, etc.) se debe de fomentar la autoestima y el empoderamiento desde temprana edad.
Ahora bien, ¿Qué entendemos por empoderamiento?
El empoderamiento es el proceso por medio del cual un individuo, comunidad o grupo social, es dotado de un conjunto de herramientas que le permiten mejorar sus capacidades, incrementar sus fortalezas y talento; en otras palabras, acrecentar su potencial. Todo lo anterior, con el objetivo de que tenga las posibilidades de mejorar su desarrollo, situación socioeconómica, capacidades políticas y libertades efectivas. En las ciencias sociales, cuando se habla de empoderamiento por lo general se hace referencia al proceso de conceder poder a un colectivo, comunidad o grupo social que se encuentra en una situación de precariedad, marginalidad o exclusión por diferentes motivos.

Y entonces, ¿Qué es el empoderamiento femenino?
Se entiende por empoderamiento femenino al proceso por medio del cual las mujeres adquieren o refuerzan sus capacidades, estrategias y protagonismo, a nivel individual y colectivo, para alcanzar una vida autónoma en la que puedan participar de forma igualitaria en el acceso a sus derechos, al reconocimiento y a la toma de decisiones en todas las esferas de la vida privada y pública. Para Martha Nussbaum, esto se logra rompiendo con las desventajas provocadas por el contexto y las barreras estructurales de género.
El fomento del empoderamiento de las mujeres debe de estar acompañado de estrategias que tengan como objetivo potenciar la igualdad efectiva en el acceso a los recursos básicos (educación, salud, empleo, etc.). Para que en el mundo actual poco a poco vayan desapareciendo situaciones de desigualdad de las que muchas niñas son objeto. Por ejemplo, cuando hablamos de deserción escolar, vemos cómo en diversos lugares del globo terráqueo las niñas son más propensas a dejar de estudiar ante situaciones de crisis familiares (guerras, desastres naturales, pobreza, etc.). Esto se debe a la vinculación que las niñas tienen a las labores domésticas y de cuidado, así como a la dependencia económica y social con la que son educadas desde sus hogares, bajo la premisa social de que en un futuro son ellas las que deben conseguir un marido que las mantenga. Por lo anterior, si una familia debe de elegir entre si su hijo varón o su hija mujer deben continuar en la escuela, eligen al varón; ya que de él dependerá otra familia y deben, por tanto, proporcionarle más oportunidades de desarrollo.
El empoderamiento de las mujeres es tanto un proceso como un objetivo a lograr, por lo que requiere también afrontar estrategias para lograr la igualdad efectiva en todos los ámbitos de la vida. Y, particularmente, impulsar una mayor participación de las mujeres en los escenarios de poder, hasta lograr una participación paritaria. En la Conferencia Mundial de las Mujeres de Naciones Unidas en Beijing (1995) se impulsó el término de empoderamiento de las mujeres como una estrategia para la igualdad y equidad. Dicho impulso fue para referirse al aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder.
Todavía falta mucho por hacer para empoderar a las mujeres, pero es muy importante para las generaciones futuras comenzar desde la infancia. Las niñas de hoy merecen crecer en entornos igualitarios, con menor grado de violencia y con las condiciones que les permita tomar las riendas de su futuro. Desde los medios de comunicación, el arte, la literatura, las políticas públicas y las familias se debe de fomentar los espacios adecuados para el crecimiento de las niñas, para potenciar su talento. Son ellas las que cambiarán el mundo, ellas las niñas rebeldes que vendrán a contar su propia historia, a cambiar el cuento.