Prometedor 2021.
La humanidad se ha visto enfrentada a una pandemia que nos ha hecho valorar los brazos, la cercanía y la facilidad con la que nos desplazábamos. El año que pasó quedará en la historia como el año del confinamiento y la sana distancia. Pese al escenario no muy alentador respecto a la baja de casos…
La humanidad se ha visto enfrentada a una pandemia que nos ha hecho valorar los brazos, la cercanía y la facilidad con la que nos desplazábamos. El año que pasó quedará en la historia como el año del confinamiento y la sana distancia. Pese al escenario no muy alentador respecto a la baja de casos de contagio de SARS-CoV-2, la lucha feminista no puede ni debe parar.
Sabemos que estar en casa implicó que a la vista de todos, se mostrará al gran enemigo y violentador que vive en ella, sabemos que esperamos una oleada de feminicidios producto del machismo álgido y no aceptado por nuestro gobierno. Y muy a pesar de lo fatídico, que no podemos negar, el combatir y resistir es nuestra bandera.
Por ello, comenzar este 2021 con un pañuelo en la mano, como símbolo de resistencia, es construir la historia. El pañuelo verde tiene un significado fuerte, por estar basado en la lucha, es doloroso y rebelde. Pero en contrapunto también tiene un significado de paz entre mujeres, para hacer de la sororidad nuestra arma, es esperanzador y liberador.

Llevar un pañuelo en el puño es histórico, defender nuestros derechos reproductivos es su principal significado, pero con él se acompaña la defensa de la no violencia a nuestros derechos en cualquier escenario.
Es liberador sabernos en la lucha, en la que no hay tregua por el reconocimiento a nuestras libertades. Las feministas apostamos por que este 2021 será un año de pañuelos verdes, de fiesta para que en cada Estado de nuestra República sea respetada la libre maternidad.
La esperanza de la marea verde es ver a un país en el que el machismo cobra vidas a cada minuto, convertido en un verdadero Estado laico y protector de los derechos sexuales y reproductivos de nosotras, las eternamente olvidadas y mancilladas por el Estado patriarcal.