Manual para conseguir esposo en 10 sencillos pasos.

Si tú eres de las mujeres que están cansadas de las preguntas incómodas, con las que, en cada reunión, tu familia encuentra la manera para cuestionar tu soltería; entonces, este manual es para ti. Si cada vez se vuelve más frecuente escuchar a tu alrededor frases tales como: “Te vas a quedar para vestir santos”, “¡Pa´geniecito! Con razón ni novio tienes”, “Maquíllate mija, los años no pasan en vano”, “Salte a ver si pescas, aunque sea un resfriado”, “A ver si, aunque sea en rifa sales”, o la clásica, “Pon a San Antonio de cabeza, pa´que te haga el milagrito”; entonces, querida amiga, este manual es para ti. Porque, aunque no quieras admitirlo, sabes que en verdad enfada el argüende popular alrededor de tu celibato, las frasecitas irónicas en relación a que termines convirtiéndote en una quedada más; y que irritan profundamente las similitudes que tus propios parientes intentan evidenciar entre tú y las urracas. 

Pero tranquila, no eres la única, por eso hemos creado este maravilloso manual. Con el que, en tan solo 10 sencillos pasos, podrás emprender la ardua labor de conseguir un marido. Para su elaboración, hemos realizado una exhaustiva investigación de campo —miles de abuelas y madres mexicanas lo avalan—, hemos podido construir el presente compendio que, con la disciplina y pasión necesaria, se convierte en una guía eficiente, que te permitirá cambiar tu futuro.

Paso #1: “Calladita, te ves más bonita”. 

Esta lección es básica. Recuerda, querida amiga, que “las mujeres parlanchinas, intimidan a los hombres”. Si tienes como misión conseguir marido, toma los consejos de las abuelas, cuando te decían que es preciso hablar menos y escuchar más. Por más ganas que tengas de expresarte, has lo posible por limitarte. Por lo general las mujeres que hablan mucho tienen cosas interesantes que conversar, no se pone en duda eso. Sin embargo, si sabes expresarte y conoces de lo que hablas, puedes terminar siendo considerada como una mujer amenazante, en lugar de una mujer atractiva. Siempre ten presente que “Mujer dicharachera, poco casadera”.

Paso #2: «Mujer que sabe latín, ni tiene marido ni tiene buen fin».

En muchas familias mexicanas no es bien visto que una mujer tenga un grado académico superior al del marido o que gane más que él. Por lo tanto, aunque seas una mujer de majestuosa inteligencia, debes tratar de disimularla; ya que, “A nadie le cae bien una sabelotodo”, y menos a un esposo. Y debes comprender que no sólo es porque a tu futuro marido le guste o no que seas más inteligente que él, si no que en general ellos tienden a sentirse menos masculinos si su mujer sabe más sobre algún tema. Eso puede llegar a hacerlos sentir inferiores, cosa que para nada va bien con su virilidad. Cuida que tu inteligencia y tus triunfos no se vuelvan motivo de intimidación para aquel con el que pretendes pasar tu vida.

Paso #3: “Ni mucha carne, ni muchos huesos”.

Es importante recordar, que, para verte atractiva, necesitas encontrar el punto adecuado de equilibrio en tu figura. No seas muy gorda, a los hombres no les resultan atractivas las mujeres voluminosas; pero tampoco seas demasiado delgada, que no parezca que no te alimentas en absoluto. Sí, ya sé que es de las cosas más difíciles que existen; pues, por una parte, cuando tienes unos kilitos de más, constantemente te dicen que “¡deberías dejar de comer tanto!”. Pero, por otro lado, cuando has bajado mucho de peso, te increpan con frases como “¡Dios, pareces un esqueleto! ¿Por qué no comes?”. Así que, lo antes posible, comienza con el ejercicio y una dieta baja en tortillas; resalta tu figura frente a los hombres para que vean que ni te sobra comida, pero que tampoco es “temporada de vacas flacas” en tu casa.

Paso #4: “Piedra rodada no es buena para cimiento, ni mujer que muchos aman lo es para casamiento”.

Una de las cosas que más les interesa a los hombres de la mujer que se va a convertir en su esposa, es su grado de pureza. Por lo tanto, hay que tener en mente que debes de mostrarte lo más inocente posible frente a los prospectos de maridos que tengas. No hables de sexo, eso lo ven mal; no querrás que piensen que eres una mujer fácil. Si eres virgen, ya tienes muchos puntos ganados. Si no lo eres, disimula y no le cuentes tus experiencias pasadas, total un himen se rompe hasta por andar en bicicleta, son tan frágiles como la masculinidad. Lo que has aprendido sexualmente guárdalo para ti, porque un hombre jamás llevará al altar a una mujer que tenga más “huellas que la plancha del Zócalo”.

Paso #5. “Baja novia la cabeza, si entrar en la iglesia quieres.”

En el fondo, una de las cualidades que más destacan los hombres a la hora de describir a una buena esposa, es la obediencia. No les resultan tan agradables aquellas mujeres que son altaneras, mandonas o presuntuosas. Son mejor consideradas aquellas que son dóciles, que respetan la autoridad de sus maridos y que, por supuesto, no los contradicen. Si de repente te salen los aires de sufragista, cariño, tendrás que poner mucho de tu parte para reprimirte y dar una buena imagen ante los chicos. Recuerda que hasta Eva fue creada de la costilla de Adán y  no de su cabeza, por una buena razón.

Paso #6. “El amor entra por el estómago”. 

Si tú no eres de las amantes de la cocina, déjame decirte que la vas a tener más complicada. La comida es una de las fuentes principales de placer y por supuesto los hombres mexicanos vienen de una tradición de madres y abuelas cuyos platillos constituían los mejores medios para expresar su cariño y devoción; de ahí que se destaque la cualidad de estas mujeres por cocinar el mejor mole que se pueda probar o las deliciosas tortillas a mano. No te digo que aprendas a utilizar un metate o molcajete, pero un cursito de cocina no te caería nada mal. Con que sepas preparar una buena pasta o unos deliciosos postres, puede ser suficiente para consentir a tu pretendiente y, de esta manera, se anime a casarse contigo.

Paso #7. “Hasta el diablo era hermoso, cuando era mozo.”

Los años no pasan en vano, por lo que no está de más que tengas presente que debes estar al pendiente de todos los cuidados que necesites para parecer siempre joven. La juventud es sinónimo de fertilidad, un elemento indispensable si tu meta es el matrimonio. Así que maquíllate, oculta tus imperfecciones, contornea tu nariz, resalta tus pómulos, rellena tus cejas y colorea tus labios. Que tu cabello se vea majestuoso pero natural. No olvides que «Mujer sin aretes, altar sin ramilletes». Recuerda que tampoco debes excederte, pues a los varones no les agradan las mujeres extravagantes que se vean artificiales. De nuevo, en lo que respecta a la apariencia, es difícil pero necesario. El objetivo es verte juvenil, pues lo viejo es feo y la fealdad, no es buena para las nupcias.

Paso #8: «Detrás de un gran hombre, hay una gran mujer».

Este paso es fundamental, pues simplifica la forma en cómo vas a hacer que un hombre proyecte su futuro contigo. Necesita sentirse valorado, querido, apoyado; por lo que tú, desde que seas su novia, debes de mostrarte siempre interesada en sus metas, ayudarlo en todo lo necesario, darles prioridad a sus objetivos. Porque cuando un hombre ve que tiene a su lado a una mujer incondicional, que siempre está ahí cuando lo requiere, tiene la certeza de que podrá llegar tan lejos como lo haya previsto. Encárgate de sus cosas, ayúdalo a organizarse, quítale de encima labores cotidianas para que él pueda concentrarse en lo importante. Recuerda que sus triunfos también son los tuyos, así que, si tienes que posponer algunos sueños, debes tener claro que tendrás otras satisfacciones. El amor, es sacrificio; y las mujeres sabemos demostrar nuestro amor con devoción.

Paso #9: «Mujer sin hijos, jardín sin flores».

Ten en mente que cuando un hombre considera que es el momento de “sentar cabeza”, lo es porque de fondo ya ha pensado que ha llegado el tiempo de formar una familia. Así que, si tu objetivo es el matrimonio, no olvides que los hijos son el medio para consolidar en un futuro próximo esa unión. Aprende lo que puedas sobre el cuidado de los bebés, para que cuando llegue el momento, te conviertas en la madre ideal que todo varón necesita a su lado. Sólo ten cuidado con algo, mientras no tengas claridad con respecto a la boda, menciona sobre los hijos lo menos posible, algunos hombres le tienen cierto temor al compromiso; así que, si desde el principio le hablas de casarse y tener hijos, puedes ahuyentarlo. Hazlo sólo cuando ya sea seguro y de preferencia después de que él lo haya puesto sobre la mesa.

Paso #10. “Una dama en la calle, una señora en su casa y una puta en la cama.”

Finalmente, una vez que ya te hayan propuesto matrimonio, debes de recordar que es bueno comenzar a asegurar la mercancía. De vez en cuando, muéstrate más “cariñosa de lo normal”, con cierto grado de excitación para que tu futuro marido sepa que en definitiva tendrá una maravillosa noche de bodas. En una de esas y hasta apresuran el matrimonio. Y una vez que estés casada, deberás tener muy presente que, si sabes manejarte como toda una dama respetable en la calle y como una señora decente de su hogar, tienes garantizado un buen matrimonio. Pero el sexo es importante para los hombres, así que te recomendamos que gradualmente le vayas mostrando lo apasionada que puedes ser, que sepa que no necesita buscar nada fuera de su casa, pues hasta en la cama su mujer le es suficiente. Sólo no olvides, que este paso debes consolidarlo en el matrimonio, porque si lo haces antes corres el riesgo de que no te considere lo suficientemente pura para llevarte al altar.

Como ves querida amiga este manual es una guía que te ayudará con el objetivo de conseguir un marido. Aprender y llevar a la práctica cada uno de sus pasos te garantiza las nupcias soñadas, pues ha sido pensado de acuerdo con el contexto y creencias de una extensa mayoría de familias mexicanas. Con la dedicación suficiente, en poco tiempo tendrás al hombre que toda la sociedad te dice que necesitas.

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