LA INTERSECCIONALIDAD,
Definición de la interseccionalidad.
DAGA SILENCIOSA DE LAS ESTRUCTURAS DE CLASE.
San Pablo Autopan es una comunidad otomí ubicada al norte de la ciudad de Toluca. En esta comunidad crecí y he desarrollado parte de mi vida. En mi etapa como profesional del derecho he tenido acercamiento con mujeres que viven violencia familiar. Por desgracia, en este espacio territorial se viven varias caras de la desigualdad social.

En general es triste saber de congéneres víctimas de violencia, pero si a ello sumamos que muchas mujeres están condenadas por el sistema patriarcal a la pobreza, a la marginación o a cualquier tipo de discriminación, entonces la posibilidad de superación social se convierte en una reja casi imposible de franquear.
Lo anterior es una referencia de la interseccionalidad, que es uno de los términos que identifica a las corrientes de la Tercera Ola del Feminismo. Su origen corresponde al año de 1989 con la académica Kimberlé Williams Crenshaw. Crenshaw define la interseccionalidad como: “el fenómeno por el cual cada individuo sufre opresión u ostenta privilegio con base a su pertenencia a múltiples categorías sociales[1].”
En los territorios donde el medio económico es hostil, se desarrollan factores que propician fenómenos sociales de riesgo como: la pobreza, pobreza moderada, pobreza relativa, pobreza absoluta, pobreza extrema[2], embarazos a temprana edad, problemas de salud pública, violencia en sus diversos tipos y modalidades: violencia psicológica, violencia física, violencia patrimonial, violencia económica, violencia sexual, violencia familiar, violencia laboral y docente, violencia en la comunidad, violencia Institucional y violencia feminicida[3].
Los factores anteriores crean espacios propicios para un suelo pantanoso en el que resulta casi imposible salir del entorno de violencia. A los factores que tienen su origen en el rezago económico deben sumarse la segregación que existe por raza, por pertenencia a un grupo originario, discapacidades diversas y preferencias sexuales.
Muchas mujeres de grupos originarios, se enfrentan a una triple vulnerabilidad: ser pobres, ser de grupo originario y ser mujeres. Estas cargas son consecuencia de las opresiones de género y clase, e incluyen prácticas discriminatorias raciales en factores como el empleo, la vivienda, desempleo, el acceso a la salud entre otros. Estas observaciones revelan cómo la interseccionalidad es parte fundamental de las experiencias de muchas mujeres que confirman que las estructuras de clase son la daga que de manera silenciosa aumentan y promueven las desigualdades. Por tal motivo las acciones afirmativas (de las cuales hablé en un artículo pasado) son el puente para poder lograr la equidad y con ello la anhelada igualdad de género.
[1] Kimberlé Williams Crenshaw .Cartografiando los márgenes Interseccionalidad, políticas identitarias, y violencia contra las mujeres de color.
[2] Artículo 36° de la Ley General de Desarrollo Social.
[3] Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia