¿Género y biología?
Durante siglos la biología ha representado una desventaja, nos ha condenado a altares no deseados, teniendo que conservar la imagen pura y buena que corresponde al ser humano que sangra cada mes. De tal suerte que el proceso histórico en el que la mente humana ha concebido a las mujeres como seres inferiores e incluso desechables, está basado en la biologización
Comprender en su amplitud lo que significa género, requiere de un análisis muy bien calculado y profundo. Género encierra un sin fin de batallas antropológico-políticas y que tiene también una estrecha relación con la biología.
En la sociedad de hace 200 años, como en la sociedad actual, hay diferencias entre hombres y mujeres que han limitado las libertades y derechos que por ser personas nos corresponden. Lo anterior responde a la visión patriarcal en la que hemos sido concebidos. En esta visión, la primer diferencia está en la biología, si se nace con pene se corre la suerte de ser un humano sin estigma, pero nacer con vulva nos convierte en motivos del caos en el génesis, nos condena a la condición de objetos deseables e incluso nos hace enemigas inmediatas de la otra persona que ha corrido con la misma desgracia de nacer con vulva.
Durante siglos la biología ha representado una desventaja, nos ha condenado a altares no deseados, teniendo que conservar la imagen pura y buena que corresponde al ser humano que sangra cada mes. De tal suerte que el proceso histórico en el que la mente humana ha concebido a las mujeres como seres inferiores e incluso desechables, está basado en la biologización

Para Pierre Bourdieu esto es un largo trabajo colectivo de socialización de lo biológico y de biologización de lo social, que se conjugan para trastornar la relación entre las causas y los efectos[1].
Con ello, los símbolos y obligaciones hicieron de las mujeres el género de lo sublime, de lo casi divino, y como todo lo anti-terrenal, a este género se le envió a los altares, sin derechos, más que el de ser ornato. Mientras que quienes no eran parte de este altar, las relegan a las mazmorras de la deshonra. En ellas se encuentran la meretriz violada por su padre o la amante enemiga de las vírgenes.
La teoría del rol social de género plantea que los géneros son asignados en función del trabajo. Cada puesto laboral lleva asociada una serie de demandas necesarias para su desempeño[2]. Es decir el trabajo está dado según las capacidades que nos ha impuesto el sexo masculino. Por ejemplo, es normal que una mujer pueda ser buena cocinera, pero parece de otro planeta si esa misma mujer puede ser una buena constructora de obras.
Así que mientras subiste el género sublime, en el plano terrenal existe el género del poder: los hombres. En ellos la historia se fundamenta y se desarrolla. En los hombres, los de la virilidad implacable, se han construido ciudades, se ha dado a la ciencia regalos trascendentales y por su puesto, gracias al falocentrismo, se han construido muros y se han derrumbado naciones. En ellos, la biologización volcó el poder de decisión, aunado al capital: quien posee un miembro viril ha de poder ostentar la voz y la pluma de su propio destino.
Así que, en efecto, la relación entre la biología y el género no es más que la mera construcción mental del género, nació en la mente humana y se ha proyectado al plano del debe ser con un sin fin de estrictas reglas y estereotipos, afortunadamente hoy podemos ir derrumbando esa construcción que tanto daño nos ha hecho a todas y todos.
[1] María Jesús Rosado. “La construcción social del género”. Fundación para la investigación social avanzada. 2020. https://isdfundacion.org/2020/09/21/la-construccion-social-del-genero/
[2] K. Deaux y D. Martin. Interpersonal de Redes nacionales y categorías sociales. 2003.