¿Gaslighting?
El término gaslighting data de 1944, cuando la productora estadounidense Metro-Goldwyn Mayer lanzó la adaptación cinematográfica de la película Gaslight, basada en la obra de teatro homónima de Patrick Hamilton, en donde se relata la historia de una pareja de recién casados que se muda a la casa de una tía recientemente fallecida. Al poco…
El término gaslighting data de 1944, cuando la productora estadounidense Metro-Goldwyn Mayer lanzó la adaptación cinematográfica de la película Gaslight, basada en la obra de teatro homónima de Patrick Hamilton, en donde se relata la historia de una pareja de recién casados que se muda a la casa de una tía recientemente fallecida. Al poco tiempo de iniciado el matrimonio, la mujer empieza a presenciar ruidos extraños y acontecimientos espeluznantes que la hacen sentir intranquila. Como parte de su tormento, la mujer está segura de ver su casa menos iluminada que antes, sin embargo su marido le señala que la casa está igual que siempre y que la que está perdiendo el juicio es ella. (Spoiler alert: el tipo manipulaba la casa para hacerla creer que estaba loca y quedarse con su fortuna.)

Conocida como la forma de manipulación psicológica más sutil y más frecuente en las parejas, el gaslighting es una forma de abuso emocional en la que el victimario hace que la víctima dude de su propio criterio, juicio o memoria. Si bien es cierto que puede ser usada de manera consciente o inconsciente, el efecto que tiene en la persona abusada es profundo y muy perjudicial. En un ejemplo leve, cuando la persona abusada dice “lo que dijiste me hizo sentir mal” y el abusador responde “yo no dije eso, tú lo interpretaste mal”, hay un intento de persuasión para que la víctima crea que la situación se ha dado por un error propio. Otro ejemplo es cuando el abusador invalida los sentimientos de su víctima con frases como “eres muy exagerada” o “estás loca”. Dentro de su cabeza, la víctima ya sopesó la idea de que realmente la situación no amerita una reacción “exagerada” y, en lugar de seguir confrontando a su abusador, retrocede y duda de sí misma. Este tipo de manipulación es peligrosa ya que es la causa de que las relaciones fallidas o “tóxicas” continúen, haciendo creer a la víctima que hay algo malo con ella misma, que la responsabilidad y culpabilidad de los problemas es de ella, y generando inseguridades y apego emocional insano.
Identificar estas situaciones puede ser un poco más fácil que salir de ellas, sin embargo es necesario buscar ayuda profesional lo antes posible para evitar el avance de este círculo vicioso. Así que si en cualquier momento, en tu relación de pareja, con amigos, compañeros de trabajo o incluso familiares, sientes que te están intentando “voltear la tortilla”, ¡cuidado!, puede ser una forma de manipulación psicológica, puede ser gaslighting. No te dejes, confronta a quien pienses que está actuando de esa manera y hazle ver la acción en la que está incurriendo.