¿Copa menstrual?
¿Qué es la copa menstrual? ¿Es seguro utilizarla? ¿Pierdo mi virginidad si uso la copa? Éstas y otras preguntas son resueltas en el siguiente artículo.
Seguro has escuchado de las famosísimas copas menstruales, seguramente la prima de tu amiga habla maravillas de su periodo desde que empezó a usarla y, sin embargo, tú aún tienes dudas. En este artículo, hablaremos sobre el poderosísimo pedacito de plástico que vino a revolucionar la regla femenina.

En el pasado…
La utilización de la toalla sanitaria y el tampón es una práctica que se nos ha impuesto a las mujeres desde el inicio de la menstruación, en la flor de la adolescencia (y a veces desde la niñez), hasta la llegada de la menopausia. La toalla fue inventada en el año 1918, durante la primera guerra mundial: las enfermeras que asistían a los soldados se sometían a horarios poco flexibles y por tanto, durante su periodo menstrual, utilizaban pequeños recortes de tela en la ropa interior, hasta que después de tanto tiempo de ver heridas, se dieron cuenta de que la celulosa que conformaban las gasas tenía mayor capacidad de absorción, dando como resultado el uso de este material para las toallas sanitarias.
Sin embargo, desde ese momento, las distintas marcas, con sus múltiples y variadas características, generaron un aumento desmesurado de la producción y, por lo tanto, de su uso. Actualmente, se estima que una mujer promedio produce 60 kilogramos de residuos en toda su vida, ya que estos productos no son reciclables. Por estas cantidades, las toallas o tampones se consideran el mayor contaminante del planeta, ya que aunque el tiempo de descomposición de la celulosa es de 3 meses, todos los componentes de una toalla o tampón se tardan en descomponer hasta 500 años. Generalmente, estos residuos no son tratados como deben, terminando en vertederos, donde son quemados, o contaminando los océanos.
De seguir así, la contaminación mundial llegará al punto no reversible antes de lo esperado. Es por esto que la concientización de las mujeres y el cambio en la cultura son tan importantes para lograr la normalización del uso de los productos reutilizables.
Eliminando el tabú
El principal impedimento de la normalización del uso de la copa menstrual es la idea que se tiene sobre la virginidad. El ideal de las vaginas estrechas ha hecho de la copa un elemento de tortura en la mente de muchas mujeres, sin darnos cuenta que no esa así. Las copas están hechas de materiales plásticos, hipoalergénicos y flexibles, que al introducirse en la vagina generan un leve vacío, impidiendo así las fugas de flujo, sin ningún tipo de molestia. El músculo vaginal tiene la capacidad de volver a su tamaño original, por lo que este pequeño artefacto no puede distender o desgarrar sus paredes. Además, se estima que la vida útil de una copa va de los 3 a los 5 años, siendo lavada y esterilizada como es debido, y su diseño cuenta con tallas que dependen de la cantidad de flujo y si se han tenido partos o no.
Todas las características mencionadas anteriormente son las pruebas de que una copa menstrual es la solución, tanto para la economía y la comodidad femenina, como para el medio ambiente. Así que no esperes más y anímate a probar la copa, verás cómo cambia tu percepción sobre tu cuerpo, tus fluidos y tu conciencia social y medioambiental. Te recomendamos el proyecto @ichtli_pe (Instagram y Facebook) para encontrar más información al respecto.