Cinco puntos para entender qué son las Acciones Afirmativas
¿Alguna vez has escuchado que algunos hombres se quejan de los privilegios que tenemos las mujeres hoy en día? Privilegios como un vagón del metro sólo para nosotras, créditos exclusivos para mujeres que son impulsados por el gobierno, la paridad de género en el ámbito legislativo, etcétera. Parece que a ojos de algunos, estos son…
¿Alguna vez has escuchado que algunos hombres se quejan de los privilegios que tenemos las mujeres hoy en día? Privilegios como un vagón del metro sólo para nosotras, créditos exclusivos para mujeres que son impulsados por el gobierno, la paridad de género en el ámbito legislativo, etcétera. Parece que a ojos de algunos, estos son privilegios de los que gozamos las mujeres por el simple hecho de tener vulva. Sin embargo, hay una razón por demás poderosa detrás de esos supuestos estadios de privilegio.
1- Las Acciones Afirmativas son políticas públicas que son necesarias para la protección de grupos vulnerables (niña/os, mujeres, grupos originarios, personas de capacidades diversas, adulta/os mayores) con motivo de la desigualdad histórica y social de la que han sido víctimas.
2- El objetivo principal es permitir el acceso a bienes, espacios, recursos o servicios, y con ello mejorar la calidad de vida.
3- Las Acciones Afirmativas (también llamadas “discriminación positiva”) actúan también como herramientas para cerrar la brecha de género. Con su implementación se puede medir el avance en materia de respeto a los derechos humanos.
4- Es muy importante saber que las Acciones Afirmativas tienen temporalidad, no pueden ser permanentes. La temporalidad obedece a la eficiencia de su aplicación, naciente de una discriminación estructural debe con su aplicación erradicarla. Por esa razón su planeación y aplicación deben ser perfectamente estudiadas y por supuesto revisadas periódicamente para saber si en realidad están siendo útiles.

5- Las Acciones Afirmativas deben ser acompañadas de acciones de prevención. Si bien es cierto que son útiles, al tener temporalidad deberán crear conciencia de su origen. Por ejemplo el uso de un «vagón rosa» en el metro de la Ciudad de México ha permitido que el viaje de miles de usuarias sea seguro.
Los puntos anteriores nos dejan al descubierto que algunas Acciones Afirmativas se han quedado sin que haya mayor avance, pues la estructura patriarcal sigue normalizando actitudes violentas.
Queda también para la reflexión que la discriminación positiva en nuestra historia como nación ha sido un escenario de simulación, ejemplo claro son las formas de inclusión laboral, en la que nos pueden decir que en sus filas hay más del 50% de mujeres, la pregunta es ¿cuántas ocupan cargos de poder?
Nuestra Constitución Política, así como en el ámbito internacional los tratados de los que forma parte el país: El Comité para la eliminación de la discriminación contra la mujer (CEDAW), la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer conocida también como la Convención Belém do Pará, son la base jurídica para seguir avanzando en acciones que cierren la brecha de género.
Lo importante es poder alcanzar la eficiencia de estás Acciones Afirmativas para que no queden sólo en aparentes buenas intenciones. Y para ello también la sociedad organizada debe y tiene que colaborar.