Casas vacías, la desidealización de la maternidad.
Reseña de la novela de Brenda Navarro Crecemos pensando en la maternidad. De niñas jugamos a ser madres, cuidando bebés plásticos que tienen todas las características de verdaderos neonatos*. Aprendemos mediante el juego a alimentarlos, bañarlos, cuidarlos; tal y como observamos que nuestras madres lo hacen. En otras palabras, aprendemos a ser madres imitando a…
Reseña de la novela de Brenda Navarro
Crecemos pensando en la maternidad. De niñas jugamos a ser madres, cuidando bebés plásticos que tienen todas las características de verdaderos neonatos*. Aprendemos mediante el juego a alimentarlos, bañarlos, cuidarlos; tal y como observamos que nuestras madres lo hacen. En otras palabras, aprendemos a ser madres imitando a las mujeres de nuestro entorno. Asociamos la maternidad con la felicidad y con una función inherente al ser de la mujer. Nos enseñan desde muy temprana edad que ser madre es uno de los roles más importantes que debemos de tener en la vida, un objetivo personal, “natural”, de nuestro género.
Después de tanto adoctrinamiento social, cuando llegamos a la edad en la que podemos convertirnos en madres, lo hacemos desde una visión idealizada de lo que significa ser una buena mamá. Pues nos enseñan que una buena madre ama a sus hijos por sobre todas las cosas. Una buena mamá es aquella que sacrificará todo lo que sea necesario, poniendo por encima de su propio bienestar, el de sus hijos. Las buenas madres deben ser felices ejerciendo su maternidad desde la gestación, incluso aunque no se trate de un embarazo deseado. Muchas mujeres no tienen ni siquiera la opción de decidir si quieren parir o no, son forzadas a hacerlo, y una vez que dan a luz se dan cuenta que no hay retorno posible, la maternidad es para siempre.
Es precisamente por lo anterior, que resulta de suma importancia replantearnos el significado de ser madres, y con ello poder determinar si queremos ejercer esta función o simplemente abandonarla por propia salud personal. Para este tipo de ejercicios reflexivos, no sólo los ensayos académicos o los artículos de análisis son suficientes, también la literatura es una amplia ventana para asomarnos al fenómeno de la maternidad. Casas vacías es una novela de la mexicana Brenda Navarro, publicada en 2019 por Editorial Sexto Piso, donde plantea de forma cruda y realista que no todas las mujeres nacemos para ser buenas madres.
La autora señala que lo que para algunas mujeres puede significar el sueño más grande de su vida, para otras se convierte simplemente en una pesadilla; un mal sueño que comienza desde las dudas y signos asociados al embarazo, al parto. Dudas que no se extinguen y que, por el contrario, parecen crecer con las dificultades propias de cuidar a otro ser humano, son formuladas en esta obra. La historia del libro se ubica en un contexto de profunda precariedad emocional, donde dos mujeres, que terminan siendo las madres del mismo niño, se debaten constantemente entre sus emociones y lo que les han enseñado que deberían de pensar y sentir como mamás.
Es verdaderamente impactante el relato que Brenda Navarro nos presenta. Por un lado, nos describe a una mujer, que después de la desaparición de su hijo pequeño, termina incapacitada emocionalmente para continuar con su vida, culpándose constantemente por lo ocurrido y frustrada por los pensamientos que la acompañan. Y, por otro lado, nos relata la historia de la mujer cuya necesidad imperiosa por satisfacer su maternidad, la impulsa a raptar al pequeño y criarlo como hijo suyo. De esta manera, Daniel, un pequeño de cuatro años, se convierte en Leonel. La trama se centra en el vacío de estas mujeres, cuestionando las ideas preconcebidas sobre la maternidad, el cuidado de los hijos, la desigualdad social, la violencia doméstica, la dependencia emocional, la culpa y el amor.
Es una novela profundamente humana, cruda y al mismo tiempo esperanzadora. Estamos seguras de que una vez que la leas, comenzarás a reflexionar sobre la idea que tanto nos han vendido que significa la maternidad. Analizar este tipo de temas es de suma importancia para nuestras generaciones, pues el paso previo a juzgar un sistema es analizarlo. Debemos cuestionar los roles de género que nos han impuesto. No se trata de que los feminismos tengan como objetivo que las mujeres aborrezcan la función de ser madre. Simplemente, las mujeres feministas tenemos claro que la maternidad debe ser deseada y no impuesta.
*Recién nacidos.
