Canto a las madres rotas.
Autora: Guadalupe Fraire Si algún día no regreso, toma las calles ¡grita! porque llevamos siglos en lamentos que nunca se escucharon, porque la fe se ahoga en cascadas de sangre, habitamos por siempre el limbo de lo civilizado, redactamos discursos, dictamos conferencias, impulsamos las leyes apelando conciencia construimos los puentes para el diálogo …y nos…
Autora: Guadalupe Fraire
Si algún día no regreso, toma las calles ¡grita!
porque llevamos siglos en lamentos
que nunca se escucharon,
porque la fe se ahoga en cascadas de sangre,
habitamos por siempre el limbo de lo civilizado,
redactamos discursos, dictamos conferencias,
impulsamos las leyes apelando conciencia
construimos los puentes para el diálogo
…y nos siguen matando.
Extinguen la esperanza, raptan a nuestras niñas,
hay un río de despojos bajo la superficie.
¡Nos traicionaron!
Nos aman si y sólo si estamos calladitas,
asistimos a misa los domingos,
la falda en los tobillos,
el corazón y el alma amordazados.
Ellos, nuestros hombres, nos traicionaron.
¡Estamos solas!
No enciendas una vela,
no servirán de nada los romanticismos,
ya no hay revolución ni independencia,
los mitos se derrumban en las tumbas.
No hay ética para tapar los gritos
de las mujeres rotas, mutiladas,
violadas y desaparecidas.
Que se queden rezando al monumento recién pulido,
que se arrodillen con falso patriotismo.
¡Nosotras, nos queremos vivas!
Nosotras, las resilientes y sororas
estamos solas frente a la historia,
que no se escribe en mármol blanco
que se nutre de fosas clandestinas,
se alimenta de cuerpos desmembrados.
No pediré perdón por no oler a violetas,
no pediré perdón por no ser políticamente correcta,
por no estar a la altura de las expectativas
de los llamados hombres bien nacidos.
¡Pido perdón por haberme callado tanto tiempo
mientras ellas morían!
Hija… si algún día no regreso, sal a la calle y grita,
esparce en los caminos diamantina rosada
y escribe la verdad sobre los muros
que ya no son sagrados
porque están sostenidos con agravios;
sal a la calle y grita;
nada se ha construido con plegarias,
nada se ha conquistado de rodillas.
Porque si tú no regresaras,
yo, de la mano de Dios,
haría llover la sangre.
Si tú no regresaras,
yo, como tu madre,
mato y muero.