8 señales para saber si tienes una madre tóxica.
8 preguntas por medio de las cuales se aborda las generalidades del síndrome maternal tóxico para su identificación.
Antes de aplicar este cuestionario, ¡tranquila! No eres la única mujer que tiene o ha tenido problemáticas con su madre, que se ha cuestionado las razones por los cuales no puede tener una convivencia sana con ella o que le cuesta identificar las causas de ese conflicto. Es más, me atrevería a asegurar que todas, en menor o mayor medida, hemos tenido que lidiar con situaciones que traen consigo rupturas familiares y que marcan la forma en cómo nos relacionamos con la mujer que nos ha traído al mundo.
¿Sientes que tú mamá no te comprende, que no te acepta o que no te quiere? No eres la única que se lo ha preguntado. Lamentablemente, muchos de estos conflictos son producto del sistema patriarcal en el que vivimos. Este sistema misógino que ha determinado la forma en cómo nos relacionamos entre mujeres y nos ha hecho creer que tenemos una tendencia “natural” de repulsión por nuestro propio género. No por nada hay tantos dichos populares que se enfocan en resaltar que “las mujeres juntas, ni difuntas” deben de estar. Y aunque hay soluciones para sanar el vínculo afectivo con nuestras madres, es importante primero conocer en qué situación nos encontramos. Por eso, te invitamos a realizar las siguientes preguntas que, de manera autorreflexiva, pueden servirte de guía para identificar si tienes una madre tóxica.
- ¿Tu madre siempre quiere tener la razón?
Debes plantearte esta primera pregunta, ya que desafortunadamente existen madres que creen tener siempre la razón. Desde cosas muy simples y cotidianas, hasta el extremo de considerar que todo lo que ellas piensan es lo único realmente verdadero o importante. Las madres tóxicas se niegan a aceptar que pueden estar equivocadas o que sus hijas saben más que ellas. Hablar con una madre que insiste en que su opinión es cien por ciento correcta, no sòlo es difícil, es desgastante. Pues no hay forma en la que puedas mantener una conversación sin que te agreda, te evada o te demerite.
Una madre equilibrada psicológicamente puede admitir sus errores, escuchar otras opiniones o incluso disculparse, sin que eso le genere conflicto. Pero una madre tóxica es aquella que cuando dice algo en lo que tú no estás de acuerdo o que sencillamente no lo ves de la misma manera que ella; intentará por todos los medios forzarte para que poco a poco le des la razón. Si eso no ocurre, entonces comenzará a demeritar tus comentarios, señalando que no entiendes de lo que se habla o sugiriendo que tienes limitaciones para comprender su postura. En situaciones más complejas, estas madres pueden preferir evadirte o ignorarte. Y es que una madre tóxica, que siempre quiere tener la razón, no aceptará jamás una opinión distinta, su intransigencia no le permite adaptarse e intentará convencerte de tu equivocación y en caso de fallar en su cometido, preferirá mostrarte su enojo.
Algunas formas en que una madre tóxica demuestra su enojo pueden ser: el chantaje emocional, comentarios despectivos, agresiones directas (físicas o verbales) o incluso guardando silencio. Su silencio es una forma de castigo, pues desde su perspectiva no valoras ni reconoces su opinión, ni respetas la jerarquía que la naturaleza le ha dado sobre ti por el simple hecho de parirte. Un ejemplo de mamá tóxica con este rasgo es aquella que pelea intensamente con su hija por no aceptar a su pareja sentimental; y que, tras intensas discusiones y ante la negativa de la hija por dejar esa relación afectiva, la madre se enoja y le aplica la “ley del hielo”. Pasando largos periodos de tiempo sin dirigirle la palabra. Hay personas que tienen recuerdos muy marcados de sus madres ignorándoles, como castigo por sus insolencias cuando eran niños o adolescentes; pero, sobre todo, rememoran la angustia y la ansiedad que ese comportamiento les generaba. ¿Cómo te castigaba tu madre cuando no hacías lo que ella decía?
- ¿Sientes que tu mamá minimiza tus logros?
Pues bien, resulta que algunas madres son expertas en minimizar los logros de sus hijas. Ya sea haciéndote ver que tus éxitos “no son gran cosa” o que ella “lo habría hecho de otra manera y hasta mejor que tú”; este tipo de mamás consiguen hacerte dudar de lo que has alcanzado, de los medios con los que lo lograste o del significado real que debería tener para ti. Para hacerlo, pueden recurrir a contarte por enésima vez las cosas que ellas han logrado pese a las adversidades, para dejarte claro con ello que, en comparación con sus éxitos, los tuyos son vánales o mínimos.
Este es un mecanismo utilizado por personas que rivalizan contigo, quienes no pueden o no quieren reconocer que alguien pueda ser mejor (en algún sentido) que ellas. Demuestran la envidia que algunas madres sienten por sus hijas, ya sea porque no tuvieron las mismas oportunidades, porque no quieren sentirse inferiores o porque les molesta el reconocimiento que tú tienes y que ella no pudo tener. Si tu madre no se molesta por felicitarte cuando consigues un logro importante a pesar de que tú le hayas expresado el significado que tiene para ti, entonces estás ante un comportamiento tóxico. Estás ante una madre que no tolera que tú puedas sobresalir más que ella o que puedas tener lo que ella nunca pudo.
- ¿Recibes críticas constantes de tu mamá?
Una madre tóxica tiene la tendencia de juzgar constantemente cómo eres y lo que haces. Ella es la principal crítica de tu persona. Si subes o bajas de peso, ella será la primera en resaltarlo. Si haces algo de una u otra forma, tu madre identificará tus errores casi de inmediato. Muchas madres con este tipo de patología buscan acentuar los defectos de sus hijas y lo hacen de forma despectiva, en privado o en público. Y las críticas van por lo general enfocadas en esos aspectos que ellas consideran que tú deberías de cumplir, desde sus estándares. Es difícil convivir con una madre que te juzga todo el tiempo y que en lugar de resaltar lo bueno que ve en ti, termina señalando a toda costa tus defectos.
Para una madre tóxica se vuelve indispensable buscar la forma de hacerte sentir mal constantemente, aunque éste sea un comportamiento inconsciente para ella. Si llegas con ella feliz para platicarle que te has ganado algún reconocimiento, te dirá cosas como: “y eso que no eres muy lista”, “te lo dieron a pesar de que flojeas mucho” o incluso pondrá en duda si realmente lo obtuviste por tus méritos. Es aquella madre que sabiendo que tardaste semanas buscando un vestido lindo para la fiesta familiar, te hace notar que te ves más “gordita” con ese estilo o que tus zapatos no combinan en lo absoluto. Es aquella que te hace sentir inferior, destruyendo tu autoestima y confianza. Son madres que por medio de las críticas expresan a sus hijas que no cumplen con sus expectativas, que no son suficientes o que nunca podrán ser mejor que ellas.
- ¿Has notado que tu madre ignora tus límites?

Las mamás con comportamiento tóxico se vuelven hábiles para ignorar los límites. Son las clásicas madres que llegan a tu casa sin avisar, que disponen de tus cosas y tiempo a su conveniencia, que le cuentan a la gente tus secretos, que te comprometen a realizar cosas sin que te hayan preguntado previamente, que te involucran en situaciones ajenas a tus intereses o que se meten en tus relaciones personales. En algunos casos, te obligan a realizar actividades o tener convivencias con personas que no te interesan, únicamente porque ellas así lo han determinado. Imponen lo que ellas quieren, frente a lo que a tú quieres o te interesa. Y te hacen creer que negarte a sus solicitudes es una falta de respeto o de cariño hacía ellas, ya que no puedes demostrarles el amor que les tienes tal y como ellas te lo demandan; exigencias que han asociado al mito del “amor romántico”.
Un buen ejemplo de este comportamiento es cuando te presionan para que hagas algo que ellas necesitan (ir al super, pintar su casa, revisar sus cuentas bancarias, visitar a la tía fulanita, etc.), sin preguntarte por lo menos si quieres hacerlo o si tienes disponibilidad en tu agenda. Una madre tóxica no toma en consideración tus preferencias, tus recursos, ni tu tiempo. Para este tipo de madre no es necesario preguntarte si quieres hacer algo, pues desde su patológica perspectiva, tú eres su hija y tienes la obligación de estar a su disposición siempre que ella lo requiera. Ignorar tus límites, es una forma de expresarte que mantiene el control sobre tu vida y tus decisiones.
- ¿Tu mamá se niega a que seas independiente?
Para algunas madres negar el crecimiento de sus hijos es un mecanismo ideal para mantener su control sobre ellos. Si dependes de ella, tendrás que aceptar su dominio. Ya sea insistiendo en que ella puede “hacer por ti” algunas cosas para ayudarte (cocinarte, labores de limpieza, acompañarte al médico, etc.) porque te quiere; que no deberías mudarte de su casa, pues en otro sitio no tendrías a alguien que te cuide de la misma manera que ella; o incluso, si viviendo en otro sitio, te persigue para verificar que vives “adecuadamente”. La realidad es que estos comportamientos tóxicos de una madre son un intento por inutilizarte para que continúes siendo dependiente de ella. De fondo, se esfuerza para que la necesites, para que no la alejes de tu lado; porque al independizarte ella no tendrá ningún tipo de injerencia en tus decisiones, ni mucho menos control. Este tipo de madres tóxicas se niegan a ser actores secundarios en la vida de sus hijas.
- ¿Tu madre utiliza la culpa para controlarte?
Si cada conversación que tienes con tu mamá termina haciéndote sentir culpable, enfadada o invisible, esa es tu red flag. Uno de los mecanismos más utilizados por las madres tóxicas es la manipulación. Si su hija no hace lo que ella quiere, entonces recurre a victimizarse para que se sienta culpable. Por ejemplo, si te pide que vayas con ella a una reunión y tú te niegas; ella comenzará a narrarte lo importante que era para ella que la acompañaras, que la vean con su hija o que pasen más tiempo juntas. Y si con eso, logra hacerte sentir mal y que cambies de opinión (es decir, acceder a su petición), entonces su chantaje ha funcionado.
Una madre tóxica recurrirá a la manipulación siempre que tú le niegues algo, enfatizará en aquellas cosas que ella ha “hecho por ti”, en sus sacrificios y en la tristeza que le genera que no reacciones como ella quisiera para que te sientas culpable por ser una mala hija. Además, este tipo de madres tienen una tendencia a victimizarse, eso les permite tomar el control de la situación, y la lógica es simple: ¿cómo su hija le puede negar algo al verla llorar?, ¿sería capaz su hija de negarle algo después de todo lo que ella ha sacrificado por su bienestar? El chantaje emocional es clave para muchas madres tóxicas que utilizan el afecto que sus hijas les tienen como medio de manipulación.
7. ¿Tu madre invalida tus emociones y recuerdos?
Con el clásico “eso no sucedió”, “no seas tan sensible” o “yo no me acuerdo”, muchas madres tóxicas invalidan tus sentimientos, perspectiva, recuerdos y emociones. Convivir con una madre que hace esto de manera recurrente puede llevarte a dudar sobre tus capacidades para ver las cosas con precisión. Puedes empezar a cuestionarte sobre “si sólo tú interpretaste así las cosas” o si eres demasiado “débil” para afrontar la realidad. Y con el paso del tiempo, será cada vez más difícil reconocer y expresar tus emociones.
Muchas mujeres que maternan recurren a este tipo de mecanismos de invalidación para no aceptar su responsabilidad en el daño emocional que le han generado a sus hijas, para negar el papel que jugaron en sus traumas psicológicos o para evadir responder ante los reclamos que pudieran surgir. Aplican el dicho “si no me acuerdo, no paso”, y con eso se libran de las consecuencias de sus actos. Invalidan las emociones de sus hijas, pues eso les permite invisibilizar su violencia y agresiones; sólo de esta manera pueden vivir convencidas de que son buenas madres, a pesar de que en la práctica y en la memoria de sus hijas, la realidad sea muy distinta.
- ¿Te hace responsable de su felicidad?
Si tu madre es de las que te recuerdan constantemente las horas de parto que tuvo que pasar por tu culpa, de todo lo que tuvo que sacrificar para criarte, de aquello a lo que renunció por maternarte; entonces, no sólo se victimiza, sino que, además, te está exponiendo sus expectativas “poco realistas” sobre tu papel en su vida. Y es que piensa que, si ella fue capaz de todo eso por ti, entonces tú deberías de poder hacer lo mismo. Una madre tóxica te va a reiterar una y otra vez la responsabilidad que tienes con ella, con su vejez, con su felicidad. Para ella tú fuiste un proyecto de inversión, el cual debería darle ganancias a futuro. Ningún niño o niña debería vivir con la carga de pagar las facturas a sus progenitores, como si fuese una deuda; sin embargo, hay madres (y padres) que tienen esa visión, pues entendieron que el objetivo de tener hijos es similar al de adquirir un seguro de vida.
Crecer con una madre tóxica puede ser sumamente complicado y destructivo. Si te sentiste identificada con algunos de los escenarios expuestos en estas sencillas preguntas y consideras que este tipo de situaciones te afectaron o afectan tu vida actualmente, deberías buscar ayuda. Tener discusiones o desencuentros con nuestras madres puede ser normal, siempre y cuando no nos generen conflictos internos que puedan desestabilizar nuestro equilibrio psicológico y emocional. Cuando eso ocurre, es mejor acercarnos con profesionales que puedan ayudarnos a gestionar mejor nuestras emociones, a fortalecer nuestra resiliencia y a establecer limites que puedan mejorar la relación afectiva que tenemos con nuestras madres. Y recuerda, ningún vínculo sanguíneo es sagrado, que sea tu madre no significa que debes tolerar y soportar cualquier cosa. A veces tomar distancia puede ser parte de la solución.
[1] Olga Carmona. “Síndrome de la progenitora tóxica: ¿por qué mi madre no me quiere?”. El País. México, 2016. https://elpais.com/elpais/2016/10/10/mamas_papas/1476097766_326006.html
[2] María Viviana Torres. “Relaciones emocionalmente abusivas”. Revista UCES. Argentina, 2006. https://www.redalyc.org/pdf/3396/339630248012.pdf